La primer amenaza son las relaciones pre-matrimoniales, porque con ellas no conocemos a la otra persona, dialogando y viviendo distintas situaciones. Teniendo relaciones metemos los problemas que siquiera conocemos bajo las sábanas.
Las segundas amenazas son las personas que no creen en el Matrimonio, precisamente junto a nosotros. Las amistades o familiares que tienen para con el Matrimonio un trato de descreimiento y superficialidad.
Por último quienes se meten a desunir, obviamente relativizando al Matrimonio hasta el máximo con frases como "ya estaban separados". "Nadie separa... se separan solos". Con gran cinismo.
En definitiva, atentan hoy día contra el Matrimonio much@s, que cuando al fin fracasan ignoran a quién culpar; obviamente no al Matrimonio. Nunca le dieron una oportunidad.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.