Cuando dos personas se conocen, a menudo ponen el sexo por delante. Es tan importante, que si eso no funciona no se llegan a conocer.
Queda entonces, irremediablemente, el conocerse íntimamente por detrás. El "que funcione" por detrás. Lo verdaderamente bueno.
Sobreestimamos al sexo realmente, y subestimamos al amor.
Queda por detrás el verdadero conocerse, la verdadera aventura. La verdadera sinfonía.


No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.