Los primeros amores
Los primeros amores nos marcan el amor y la felicidad para siempre. Los padres, obviamente, pero luego los hermanos, amigos y las primeras parejas.
Como ya conté, en mi caso fue mi hermano mi primer amor. Cambié el amor filial por el fraternal, en torno de un maravilloso bebé. Su belleza fue determinante, y desde entonces amo la belleza. Me rindo ante ella. El amor de la admiración. Y el amor de olvidarse de uno.
Ya mis primeras parejas experimentaron esa tendencia. Me olvidaba de mí, como quién navega en un mar de eterno náufrago. Mis primeras novias fueron todas testigos de cómo me olvidaba completamente de mí. Varias siguieron vírgenes inclusive. Los masajes, cariños; la ternura y esa especie de "adoración" que conservo. El amor de la admiración. ¿Es que acaso hay otro?
Admiración o no, el amor es
olvidarse de sí.

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