domingo, 12 de octubre de 2014

Llegar a quererse...

Hay cosas que doy por sentadas como periodista. Es que soy un escritor. Es que soy un lector. Es que fueron muchas bibliotecas.

Una de ellas es la diferencia más precisa entre enamoramiento y amor. La más contundente. Esa que tengo tan interiorizada.

Entre mis lecturas, estudios, siempre me interesó el tema del enamoramiento inicial contrapuesto al conocerse. ¿En qué difieren tanto?

Enamoramiento: encantamiento, "flash", reflejo mutuo. Mirarnos es prácticamente amarnos.
Amor: ya pasamos por ese primer "flash" del enamoramiento pasajero. Hay que pasar ese encantamiento para vernos realmente.

Espero estar siendo claro ahora. Esto me ha acompañado siempre. Y he escrito mucho basado en ello. Espero haberlo explayado con claridad.

Claro está: "identificación primaria" contrario a "identificación secundaria" según Sigmund Freud. (Conocerse... o enamorarse.)

Por eso recomiendo tanto "que se conozcan". "Dénse tiempo" suelo decir. Platiquen... no escondan los problemas bajo sábanas.

Llegar a quererse es
haberse dado buen tiempo
para con tranquilidad conocerse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.