sábado, 25 de enero de 2014

Cosas mejor... compatibles

Claro que los matrimonios y los noviazgos en general están complicados (búsquese complicado en el diccionario) por varios factores de ambos. En grandes razgos, factores de tipo biológico, psicológico, social y espiritual dentro de cada una de esas personas.

Factores que se multiplican en la interconexión, es decir que tenemos dos personas bio-psico-socio-espirituales ¡cada una! y una especie de tercer persona bio-psico-socio-espiritual en el medio (¡como un hijo!). Pero hay cosas... en las que es mejor siempre-coincidir.

Por ejemplo la educación. Todos nos hemos alejado años luz de nuestra educación, lo sé. Todos hemos hecho alguna especie de "borrón y cuenta nueva". Claro, estamos en épocas del Posmodernismo, y es normal decir (inconsciente pero grupalmente): esto "no me sirvió de nada".

Y vaya que de un modo u otro la educación recibida fue carísima. Esa es una de las cosas que nos acordamos especialmente a la hora de educar a nuestros hijos. En fin, respecto de ese "olvido" y ese "recuerdo" posterior en el que re-tomamos los libros, mejor es siempre-coincidir.

También es mejor siempre-coincidir en las cuestiones de extro/introversión. Una mujer u hombre demasiado extrovertida, jamás andará bien (perdurablemente) con un hombre o mujer implícitamente introvertido. Otro importante aspecto en el cuál mejor es coincidir a que hayan diferencias.

Por último, diría que es de tipo imprescindible coincidir en un aspecto que doy a llamar ético-espiritual. Es decir que acá ya no cuentan la objetividad o no de tipo intelectual, ni la introversión o extroversión psicológica, sino el modo en cómo encarar la vida; de entenderla y respetarla.

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